Esta literatura de viajes esta arrasado.
‘Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa’ (Proverbio chino)
A lo largo de la historia, muchos hombres han partido rumbo a tierras lejanas con la esperanza de encontrar en algún lugar remoto lo que faltaba en sus vidas y en sus hogares. Tesoros, grandes fortunas, prosperidad, compañía o soledad, un fin y un nuevo comienzo… Alejarse siempre suele ocultar alguna razón de peso para aquellos que la buscan incansables en el frío de su propia costumbre. No encontraréis tales argumentos en mis viajes, pues apenas si han comenzado, ya tienen una fecha de caducidad. Y es que poseo la incalculable fortuna de tener los padres que todo hijo querría y un hermano al lado del cual (y gracias al cual) he crecido y aprendido lo que es la vida. La inmensa suerte de contar con una familia, en la que incluyo a mis amigos más cercanos y a los de mis padres, que me cuida, me ayuda y me quiere de verdad. Son los que siguen haciendo y los que, por desgracia, ya no pueden. Por último, la innegable gracia de haber nacido en una tierra tan rica en todos los aspectos como bella y salvaje.
A todos ellos quiero dedicar este libro, porque, no siendo en el de mis partidas, son y siempre serán el principal motivo de mis regresos. Lola.
