Los mandalas siempre han estado entre nosotros, invisibles y silenciosos. Los pocos maestros que han podido encontrarse con ellos han sabido dejarlos solos, ya que para estas fuerzas impías somos simplemente juguetes, herramientas insignificantes que deben ser manipuladas, alimentadas y finalmente descartadas. Cuando Derek Crowe, el charlatán de la Nueva Era, aprende los secretos de los mandalas, ve la oportunidad de obtener dinero fácil. Ignora las advertencias, altera los textos místicos para hacer que los temidos mandalas parezcan benevolentes para un público crédulo, luego publica su libro y espera a que lleguen los beneficios. Pero Crowe tiene demasiado éxito. A medida que su obra gana popularidad, también atrae la atención no deseada de los 37 mandalas (terribles monstruos lovecraftianos) de los que trata el texto original. Porque inadvertidamente ha lanzado sobre la tierra un horror que está más allá de toda comprensión o control, un horror tan infinito como hambriento.
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