Este libro recupera del olvido la polifacética figura de Girolamo Cardano, un ciudadano del siglo XVI. Jugador empedernido y hereje, tan erudito como ingenioso y oportunista, Cardano ejerció como astrólogo de reyes, papas y emperadores y, a pesar de haber sido ignorado por la historia, fue el descubridor de los fundamentos matemáticos de la física cuántica.