Mariposas en gran noche no es una novela pero puede leerse como tal. Constituye una colección de narraciones que son, a su modo, modelos de relato biográfico cuyo contenido busca la aventura para hallar lo esencial. Es la eterna historia del alma que parte para conocerse. No solo trata de la vida y de los espeluznantes usos amorosos de algunas mariposas nocturnas de España y de Europa, sino que, siguiendo la senda de Luz de las mariposas (Editorial Comba, 2016), libro dedicado a las mariposas diurnas, mezcla la guía descriptiva con el ensayo narrativo, el testimonio personal con el compromiso de significado ecológico. De estos relatos se desprende desolación y espanto, incluso cierto horror moral. Las costumbres conyugales de los lepidópteros son, en efecto, aterradoras; aquí es la hembra la que, en la pareja, representa la fuerza y la inteligencia, al mismo tiempo que la crueldad y la tiranía. Casi todas las bodas concluyen con la muerte inmediata del esposo mientras éste estrecha a la amada apasionadamente contra su corazón. En suma, Mariposas en gran noche expresa la poesía de la noche (Novalis, Vicente Aleixandre), la fuerza pictórica de las tinieblas (Rothko, Van Gogh) y, por descontado, la imposibilidad del amor a consecuencia del extrañamiento de la vida femenina.
