El frente del este hizo patentes las limitaciones de los carros de combate alemanes. El T-34 y el KV-1 demostraron que el blindaje y la potencia de fuego de los panzer resultaban insuficientes para enfrentarse a los tanques soviéticos. Mientras las nuevas generaciones de carros salían de los tableros de diseño dando lugar a las familias Tiger y Panther, hubo de echarse mano de soluciones de emergencia para suplir esas carencias.