El Segundo tratado sobre el gobierno de John Locke es una obra central del pensamiento político occidental y sin duda uno de los textos que ha contado con mayor influencia histórica. Partiendo del reconocimiento de los derechos naturales del individuo y la comprensión de las relaciones sociales como resultado de acuerdos entre hombres propietarios de sí mismos y sus capacidades, Locke traza una crítica de la arbitrariedad política que se enfrenta al absolutismo y representa la primera gran tentativa de ordenar los presupuestos del liberalismo moderno. En la medida en que nos permite conocer los logros del nuevo orden, pero también sus tensiones, este Segundo tratado constituye una referencia necesaria para discutir la historia y el alcance actual de las categorías de poder, gobierno y legitimidad.