La obra, con el sobretítulo de La octava parte. 19 años después, servirá para contener las ansias de los aficionados que no puedan ir al Palace Theatre de Londres. El espectáculo tiene, además, una estructura muy particular: se dividirá en dos partes, pensadas para verse en dos noches consecutivas o en el mismo día en sesión matinal y vespertina. Esta idea se traducirá en dobles ingresos en la taquilla del West End (barrio teatral de Londres), y ahora también en las librerías, donde Potter reunía siempre colas de aficionados. "Rowling y su equipo han recibido numerosas peticiones de los seguidores que no podrían estar en Londres para ver la obra y querían verlo en papel", explica David Shelley, editor del libro.