Si intentas beberte un rico zumo de naranja sin pedir permiso antes a su dueño, puede que acabes un poco… ¡CHOFFF! Pero ¿qué pasa si se lo pides por favor?
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información