Golpe en la cubierta posterior.
Este libro explora con lucidez, ironía y una aspereza no exenta de humor, los recursos -y discursos- con que hemos intentado evacuar el enigma de nuestra existencia. Dios el primero, pero también todas las doctrinas críticas que le han seguido. El autor aspira a hablar desde ese lugar desde donde aún se puede contemplar toda la riqueza y ambigüedad de las cosas. Antes, pues, de esa terrible esclusa que separa la corriente de lo bueno y de lo malo, allí donde «las palabras no hacen aún sombra a las cosas, ni se encarnan en dioses menores que tanto abundaron en el siglo pasado: en ideologías, semiologías, subversiones, desconstrucciones y otros fósiles que no conducen ya a ninguna parte».