El 4 de noviembre de 1922, Howard Carter que «había estado excavando (en el Valle de los Reyes) durante seis temporadas enteras... (consiguió) un descubrimiento que sobrepasaba con mucho (sus) sueños más audaces», obviamente se estaba refiriendo al hallazgo de la tumba de Tut-Ankh-Amón hito muy importante en el mundo de la arqueología y por descontado en el mundo de los descubrimientos contemporáneos.