Conocía todas las pieles que rozaron la superficie de sus aguas.
Una obra que conjuga lo mejor del género histórico, del relato fantástico y de la leyenda popular.
El río de la lamia entreteje siete historias que acaban por confluir: cazadores foramontanos y agricultores neolíticos, guerreros y ermitaños, prófugos de la guerra de Cuba y buscadores de tesoros, una curandera perseguida por la Inquisición o un misterioso lobo de tres patas. La emoción del relato, su sobrecogedora descripción de los paisajes naturales y su habilidad para hilvanar diferentes hilos narrativos hacen de El río de la lamia una novela singular y extraordinaria, por la que fluye a borbotones la pasión de crear personajes e imaginar vidas. Es, además, en palabras del propio autor, la piedra angular de lo que iba a ser el cogollo y el meollo de su obra, pues en ella aparecen los escenarios, los personajes, las sendas narrativas y las voces de sus futuras novelas.