Una gran historia de amor y deseo ambientada entre la excavación de la tumba de Tutankamón de 1922 y la eufórica Berlín de los noventa. Hypericon marca un hito en el talento gráfico de Manuele Fior.
La vida de Teresa siempre ha sido una larga y reconfortante línea recta. Una autopista que, para admiración de todos, ha alcanzado puntualmente los objetivos correspondientes. Así que no es ninguna sorpresa que Teresa logre una beca para ir a Berlín a trabajar en una gran exposición sobre el descubrimiento de la tumba de Tutankamón. La línea recta, por el contrario, no figura en la geometría de Ruben, un joven artista italiano que se mueve por la ciudad con la curiosidad y la espontaneidad de un niño. Para él, la gran urbe se presenta ante sus ojos como un parque de atracciones inmenso. Cuando Teresa y Ruben se encuentran, sus respectivas geometrías entran en colisión y cambian su trayectoria para siempre.
La crítica ha dicho:
«La belleza de las ilustraciones y de la ambientación impactan de pleno en el corazón de las emociones».
Les Cahiers de la BD «Un retrato magnífico de una mujer en busca de sí misma».
Le Monde «Un engranaje delicado y sutil, servido por un dibujo magnífico que no pretende cambiar el mundo ni enviar otro mensaje que el de emocionar».
Télérama«La sutileza de las líneas, precisas y frágiles a la vez, con minúsculas variaciones en los tonos, aportan redondez a las formas, haciendo que prestemos especial atención a las miradas de los personajes, que destilan un halo de misterio».
Livres Hebdo