Don Evaristo, el director del campamento Valle Oscuro, propone a los aprendices a espias adentrarse y recorrer una cueva recien descubierta. ¿Una cueva? ¿Que tiene eso de extraordinario? ¿Acaso es propio de un espia explorar el interior de la tierra? Desde luego, no lo parece. Pero nunca se sabe donde se esconde el trabajo de un espia.