LA MEJOR COCINA EXTREMEÑA ESCRITA [A MANO] POR LAS DOS AUTORAS ISABEL Y CARMEN GARCÍA HERNÁNDEZ

LA MEJOR COCINA EXTREMEÑA ESCRITA [A MANO] POR LAS DOS AUTORAS ISABEL Y CARMEN GARCÍA HERNÁNDEZ. EDICIÓN Y PRÓLOGO DE EUGENIO DOMINGO - ILUSTRACIONES DE AURORA ALTISENT

Editorial:
TUSQUETS EDITORES
Año de edición:
ISBN:
978-84-7223-805-3
Páginas:
358
Encuadernación:
Otros
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Estado: 2ª Mano \'BUENO\'

Una receta escrita en la portadilla
Nombre de un prop. en portada
Cubierta algo manchada

Habíamos escrito, al presentar esta colección, que en ella no se publicarían libros de cocina, sino sobre cocina. Es sabido que se incurre siempre en un craso error al afirmar o negar rotundamente cualquier cosa. Pero, como el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, cometimos el error de no prever la posibilidad que, de pronto, se nos brindó de presentar este delicioso cuaderno de recetas de Isabel y Carmen García Hernández, dos abuelitas extremeñas, quienes, año tras año, recogieron en un bloc, con evidente fruición, los pequeños y grandes hallazgos culinarios que supieron transmitir con tanta sencillez y dedicación.El caso es que este libro de recetas, aun siendo esencialmente un libro de cocina, es también, por su propia naturaleza, un libro sobre cocina, pues, además de regalarnos curiosas sugerencias, fáciles de realizar, viene a ser algo así como un canto a la imaginación culinaria, ya que, difícilmente, con tan poco pudo hacerse tanto. Es la demostración práctica de que, para comer bien, para gozar cocinando, no es indispensable gastar mucho ; basta mucho amor y algo de fantasía, y esa entrañable curiosidad por las sorpresas que deparan los fogones bien atendidos.Eugenio Domingo fue quien rescató para nosotros este cuaderno, que procuramos reproducir aquí con el mismo cariño con que fue concebido y redactado allá por los años 50, en el pueblo de Ribera del Fresno, Extremadura. Años duros aquéllos, en que Isabel y Carmen debieron alegrar la vida de los suyos, convirtiendo la escasez diaria en la alegría de encontrarse ante los sabrosos platos preparados por las inventivas y pródigas abuelas.Hoy, al poder disfrutar también nosotros de esos sencillos manjares, no nos queda más que decir : gracias Isabel, gracias Carmen. . .

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