Los personajes de este libro conforman una cartografía de lo vulnerable y lo perecedero, de la tristeza y el temor. Este libro no es otra cosa que un mapa desolador cuyos caminos conducen, todos, a Gardén: un pueblo en ruinas hacia el que una madre arrastra el carrito de su bebé en mitad de una tormenta, adonde regresa un militar huyendo de una vasta amenaza, donde una adolescente maltratada se toma la justicia por su mano... En el corazón de Gardén hay una fábrica de lápices abandonada, y en sus costas también navega un hombre herido por un puñal.
Nadie, salvo dos jóvenes, logra huir de esta topografía de la violencia, el dolor y el abandono.