que se sorprende con las caricias salvajes de una mujer, tan ardiente como sensible, capaz de arrugar las palabras de un poema para, versos después, mimarlo sin piedad.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información