Esta pequeña colección se halla concebida como un gesto de apreciación, cuando una tarjeta postal o ni siquiera un regalo caro sean el mejor modo de dar las gracias a esa persona singular que nos ha brindado una amistad muy especial. Durará más que un ramo de flores, engordará menos que una caja de bombones, dirá más que una tarjeta y será atesorada durante largo tiempo.