Düsseldorf 1920: Tras la precipitada huida de Metz, Emma y la familia Seidel tienen que reconstruir su sustento. Pero como refugiados, no son bienvenidos en ninguna parte. Lo más valioso que tiene Emma son los planos de máquinas de mostaza de Carl. Pero, ¿cómo se supone que reconstruirá el negocio sin él? Emma no tiene más remedio que esperar misericordia de sus padres. Su madre ve la difícil situación de los Seidel como una maravillosa oportunidad para vengarse de la familia.