Emilia Pardo Bazán publica Insolación cuando ya había sido reconocida como gran novelista tras el éxito de las narraciones de Los Pazos de Ulloa y La Madre Naturaleza sus conocimientos sobre la novela europea la llevan entonces a la tribuna del Ateneo y comienza a enviar crónicas de su viaje a Italia a El Imparcial. Insolación es, según su autora, un estudio episódico. La inexorable premisa naturalista está ausente en esta novela, la presencia del mundo exterior es mas relevante y está subordinada al mundo íntimo de las criaturas literarias. Esto se plasmará en el empleo de una inusitada y más compleja técnica narrativa, de la que el episodio de la Marquesa de Andrade será el inicio de una fase de narración más espiritualista en el sostenido realismo de Emilia Pardo Bazán.