La ciudad, nacida como lugar de encuentro y de intercambio, ha descubierto el valor comercial del espacio y trastocado los conceptos de equilibrio, bienestar y convivencia. Francesco Tonucci propone recuperar el espacio público para que los niños puedan volver a jugar en la calle, ir solos a la escuela, convivir con niños de otros barrios, compartir las plazas con los ancianos.