Hace mucho tiempo, en un prado de la montaña, vivía una vieja cigarra. Se llamaba Catalina y era muy charlatana. Todos los días le contaba a sus vecinos historias antiguas que a ella le había contado su abuela.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información