Publicado en los primeros meses de 1670 de forma anónima y con falso pie de imprenta, el Tratado teológico-político ocupa un puesto privilegiado no sólo en el sistema de Spinoza (1632-1677), sino también en la historia del pensamiento occidental. La aparición de la obra una auténtica revolución intelectual se produjo en un momento crucial, situado entre la reforma religiosa, que había conducido a la Paz de Westfalia, y las ya incipientes revoluciones políticas que desembocarían en el estado laico. Dos nociones corren paralelas a lo largo de toda esta obra que fue perseguida y prohibida por iglesias y sectas: Por un lado, la necesidad de libertad de pensamiento, la cual sólo tiene cabida en un Estado democrático; por otro, la idea del Estado como poder supremo, único garante de la unidad y la seguridad y, en definitiva, del pacto social que lo constituye.
Traducción y prólogo de Atilano Domínguez Basalo