Verónica tenía todo lo que deseaba. ¿Quería un libro? Su madre se lo compraba. ¿Un camión de bomberos? Su padre se lo regalaba. ¡Incluso tenía un lobo y una serpiente como mascotas! Sin embargo, le faltaba una cosa muy importante: no tenía ningún amigo con quien jugar, susurrar secretos y compartir miedos. ¿Cómo podría encontrar uno?