Cuatro chicas han desaparecido del colegio universitario All Saints en menos de dos años. Las cuatro eran «almas perdidas»; chicas problemáticas e influenciables de las que nadie se preocupaba. La policía cree que se han escapado, pero Kristi presiente que hay algo que las une, algo aterrador.
En el campus hay rumores de un culto secreto cuyos miembros celebran rituales a los que solamente la élite tiene acceso. Para descubrir la verdad, Kristi necesitará formar parte del núcleo del culto.
Cuanto más profundiza en su investigación, más empieza a preguntarse si es la cazadora o la presa. Está jugando una partida contra un asesino que la ha escogido personalmente para convertirla en miembro de un culto de muerte del cual no habrá salida.