Hace siglos que el Grial de la Sangre marcó el destino de Temple: él sería el vampiro que dedicaría su vida a proteger el magnífico cáliz. Desde aquel momento, muchos enemigos han tratado de atraparlo, pero sólo Vivian ha conseguido adormecer sus sentidos y resquebrajar su poder. El vampiro se siente atraído por la joven, pero ella debe lealtad a Rupert, su padre adoptivo y el más poderoso rival de Temple.