En los últimos años hemos podido presenciar una creciente visibilidad del sufrimiento psíquico y e mo cional: inunda las redes sociales, aparece en los medios de comunicación, se habla en cualquier circunstancia El malestar ya no se esconde. Ahora se muestra en toda su extensión, descrito desde más puntos de vista que nunca, poniendo en evidencia que es más variable de lo que describen los modelos convencionales de la salud mental. Ante este nuevo escenario, se hace necesario explorar el potencial de una noción más amplia de este concepto.