En la piel del asesino nos invita a un recorrido por la crueldad, la desesperación, el sadismo y la locura de treinta y cuatro biografías, profusamente documentadas e ilustradas, de algunos de los personajes más abyectos de cuantos ha conocido la humanidad; algunos, tristemente célebres, como Erszébet Báthory, “la condesa sangrienta”, que pasó a la historia, no por ser una de las nobles más poderosas de la Hungría del siglo XVII, sino por haber asesinado a más de seiscientas vírgenes para bañarse en su sangre; y otros de los que ya casi nadie recuerda, como Álvaro Bustos, que clavó a su padre una estaca en el corazón porque creía que era el diablo.
Pero lo particular, y al mismo tiempo, escalofriante de esta obra es que cada biografía viene acompañada por la confesión imaginaria de sus protagonistas, algunas de ellas, recogidas de las propias palabras del criminal.