Grandal era un obrero inteligente, honrado, trabajador y bondadoso. El arquetipo de héroe romántico para un masón de izquierdas del XIX (el autor). El personaje inventado por Francisco Suárez, del que se cuentan las andanzas en esta novela, creció con el paso de los años hasta convertirse en un ser mítico que muchos ferrolanos afirmaban haber conocido. De la novela, en realidad un folletín decimonónico sin más pretensiones que "ser grato a todos los hijos de Ferrol", se realizaron diversas ediciones a lo largo de los últimos cien años.