En 1577, obedeciendo el mandato de su confesor Baltasar Gracián, Teresa de Jesús escribe su obra cumbre: «Moradas». Inspirándose en su experiencia personal, ella va describiendo en este «tratado» las etapas y vicisitudes por las que atraviesa cualquier persona que es atraída por Dios a un encuentro real y transformador con Él.
La frescura de su lenguaje, la fuerza de los símbolos que emplea para darse a entender y la constante referencia a sus propias vivencias convierten Moradas en una apasionante «Guía de viaje»: con ella nos adentramos en el misterio y la maravilla que supone entrar en relación con el Dios que habita en lo íntimo de nuestro ser.
Para descubrir la mística cristiana, desterrando imágenes erróneas y alejadas de la realidad, resulta necesario volver a los clásicos, a los autores y las obras que nos han transmitido lo mejor de la experiencia mística. Y entre ellos ocupa un lugar destacadísimo Teresa de Jesús y sus «Moradas».
Teresa de Jesús (1515-1582), poetisa, fundadora, mística, escritora, carmelita, doctora de la Iglesia, es una de las figuras más deslumbrantes del Siglo de Oro.