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La historia de la obra envuelve a una saga familiar de raíces gallegas, los Concheiro, detectives repartidos por diferentes partes del mundo. Así, los relatos adquieren un tinte internacional y multicultural, escritos en clave humorística. Por este conjunto de variables, el autor considera que la obra será bien acogida por el público. Precisamente, el hilo que une toda la historia son los crímenes que se producen en diferentes países y son resueltos por miembros de un mismo árbol genealógico, surgido de un mariscador gallego que tenía una mujer en cada puerto. El libro agrupa 18 relatos y a cada uno le corresponden dos dibujos y dos páginas literarias. Según Carlos Montero, «una narrativa ágil que presenta el caso en la primera página, e inmediatamente, en la segunda, se resuelve». De esta forma, el autor responde a la pregunta que plantea en el título de la obra. «Los detectives Concheiro son la descendencia de todos los gallegos que emigraron de su tierra en busca de prosperidad», indica el escritor.
