Hijo de Albaida, Clemente Franco ofrece con singular propósito divulgativo y emoción por sus descubrimientos, muchos e importantes datos de sus antepasados, documentados y fechados, proporcionando claves que se retrotraen al mismo Paleolítico y culminan a principios del siglo XIV, cuando se otorga la Carta Puebla a Albaida, revelando con generosidad hasta cerca de una treintena de antiguos asentamientos que tuvieron lugar en su término. Probablemente en unos años esta obra alcance una especial trascendencia, cuando haya servido de guía a otros exploradores de esa tierra, pequeña en kilómetros cuadrados pero vasta por su hondura y confines en los espacios del tiempo. Sucedería el caso si, como él aboga con indicios fundados, las míticas ciudades Tema y Laelia, de cuya existencia hay constancia fehaciente mas no de su efectiva localización, hubieran tenido cimientos y muros en su territorio hoy sepultado por el presente. Albaida, el Aljarafe, Andalucía? La Historia con mayúsculas, su escritura con ambición de tratado general, es como una sucesión de círculos concéntricos. Mas donde pone el historiador el compás para trazar su primer círculo, el de menos diámetro y, sin embargo, el más relevante para documentar los capítulos de los que no hay papel, es la coordenada concreta donde el arqueólogo ha ejercido de notario. Clemente, sin duda, lo es ya de la historia de su pueblo.
