Un hombre bajo el hechizo de la desgracia: a ese hechizo hoy día lo llamamos depresión nerviosa. Los amigos intentan deshechizarlo mediante el lenguaje. La amistad es el único sentimiento humano cuyo cuerpo es la lengua pura. Es ese oído siempre dispuesto para la confesión que se ignora a sí misma y que erra, la ocasión para el desahogo, el tablón que se le ofrece al recuerdo para que no se hunda.