En los cuentos de Pardo Bazán abundan las mujeres luchadoras, un apoyo de doña Emilia a la mujer trabajadora, que merece ser protagonista de una obra literaria; pescadoras y mariscadoras, empleadas y pluriempleadas por cuenta ajena, criadas, taberneras, artesanas, amas de huéspedes, industriales, como se dice ahora, con un negocio improductivo, burguesas aburridas, aristócratas hastiadas, gitanas sin nombre, malcasadas, mujeres dedicadas a actividades delictivas, prostitutas, y una mona. Ilustraciones a color