El budismo es una medicina del alma. Se propone curar el sufrimiento universal extirpando la básica ignorancia que nos enferma: la ilusión de poseer un yo coherente y permanente. Los tibetanos, para realizar este difícil trabajo interior, han elaborado un conjunto de métodos mediante los cuales se exploran sistemáticamente todos los aspectos del cuerpo, de la psiquis y del inconsciente.