En la ciudad de Comodora dejo´ de llover de repente. El agua duro´ hasta que se seco´ el pantano, entonces empezaron las restricciones.
—¡Yo tengo la solucio´n a la sequi´a! —exclamo´ el sen~or Gostri, el hombre ma´s rico de la ciudad —. Hemos construido unas ma´quinas para hacer nubes artificiales. Pero detra´s de aquel ofrecimiento habi´a un gran engan~o.
Martina y su pandilla “Metales” saben que pasa algo extran~o, asi´ que investigara´n para descubrir el misterio de la lluvia.