Isaiah Berlin ofrece aquí una lúcida y apasionada defensa de la libertad individual y una crítica demoledora de las doctrinas del determinismo histórico, aquellas que sostienen que la historia y los procesos sociales están predeterminados por leyes inevitables o vastas fuerzas impersonales las características biológicas, el entorno físico o social, la clase, la nación, el Zeitgeist , fuerzas que según algunos se encarnan a veces en hombres como César, Napoleón, Lenin o Hitler. En estas doctrinas, el autor ve un desesperado afán de eludir nuestra pesada carga moral, una de las grandes coartadas esgrimidas por quienes no pueden o no desean afrontar la realidad de la responsabilidad individual, la existencia de un ámbito limitado, pero real, de libertad humana.