Resulta imposible entender la construccio´n del mundo contempora´neo sin la influencia y la ambicio´n de Yo´sif Stalin, primero con sus pactos con Hitler y luego como pieza fundamental de la ofensiva aliada que acabo´ con el re´gimen nazi. En todos esos momentos, Stalin supo sacar partido de su posicio´n y ampliar el dominio de su proyecto comunista para el mundo. Decididamente antiestalinista y con poca simpati´a por las posturas revolucionarias, Gellately subraya la inteligencia del dirigente sovie´tico en las negociaciones con sus homo´logos americano e ingle´s y su fe ciega en construir un proyecto comunista central que debi´a conquistar el mundo.