Los lápices no lo saben.
No saben que tienen primos
y que un día descubrimos
su parentesco, que son
nietos todos de la Tiza
y del abuelo Tizón.
Ya sabemos que para escribir podemos utilizar lápices, bolígrafos, plumas, rotuladores, tizasà pero, ¿qué pasaría
si probásemos a hacerlo con los primos de los lápices?, ¿quiénes son?
Para descubrirlo, en su primera colaboración con OQO editora, el autor José Antonio Ramírez Lozano nos adentra en un mundo de fantasía en el que experimentar con nuevas formas de escritura. Argumenta que à el lenguaje, en su generosidad, admite conexiones y espacios que no se reducen al mundo rutinario en que nos desenvolvemos. Así, página tras página, el lector se sorprenderá con las diferentes oportunidades que le brindan los diversos utensilios propuestos por el autor.
Como si de un juego se tratase, conocerá el color, el olor de ciertas palabras e incluso cuál es su peluquería. Con paciencia, aprenderá a escribir con una caña de pescar o enhebrará historias escritas con una aguja. Dandorienda suelta a su imaginación, se sumergirá en un mundo libre, abierto a cualquier posibilidad.
La propuesta plástica de Natalie Pudalov no dejará indiferente al lector. Desde la portada, lo invita a recorrer una y otra vez con su mirada las páginas del libro en busca de múltiples detalles que despertarán su curiosidad y potenciarán su creatividad. Bellas imágenes, repletas de color, que juegan con las palabras y destilan libertad y a su vez poesía.
Un álbum en el que texto e imágenes se complementan y se alían para mostrar, desde un punto de vista que tal vez nunca habíamos contemplado, as inmensas posibilidades de la escritura.
Como bien dice su autor: Estos Lápices primos reivindican el virtuosismo de la imaginación y la libertad de las palabras para entramar el sueño de la auténtica poesía.