El «Werther» representó, con su aparición en 1774, todo un fenómeno de masas: influyó en el lenguaje, en las pasiones y sentimientos, e incluso en los hábitos de multitud de jóvenes de su tiempo. En Las penas del joven Werther aparecen magistralmente unidas vida y poesía. El romanticismo que la historia exhala, su belleza formal y su estilo epistolar han hecho de esta novela una obra inolvidable, intemporal, audaz, transgresora e intensamente reflexiva.