Con cinco años, Hannah Pick-Goslar huyó con su familia a Ámsterdam para escapar de la Alemania nazi. El primer día de cole allí, entabló amistad con una niña extrovertida y avispada llamada Anne Frank. Sin embargo, un día de 1942 las vidas de ambas cambiaron para siempre. La ocupación nazi se intensificó y de pronto Anne y su familia desaparecieron. Mientras Hannah se preguntaba por el paradero de su amiga, el destino de su propia familia tomó un nuevo rumbo: los arrestaron y los enviaron a Bergen-Belsen. En este campo de concentración, rodeada de muerte y de miseria, Hannah recibió noticias asombrosas de su amiga y no dudó en poner su vida en peligro para ayudarla.