"Plata quemada" cuenta, o dice contar, una historia real. A la manerade "A sangre fría" («una novela de no ficción»), y con unatrascendencia comparable, en el panorama de nuestro idioma, a la quetuvo el libro de Truman Capote, esta «versión argentina de unatragedia griega» escenificaba, ya en 1997 (cuando se publicó porprimera vez en Argentina), lo que casi toda la narrativa de hoyconvierte en un ejercicio de estilo: el cuestionamiento de losgéneros, de la verdad (o la falsedad) de cualquier texto. Empeño quepocas veces ha dado obras tan importantes como "Plata quemada", unlibro en el que la forma, tan política en el efecto, e inseparable delo que se cuenta, parece ser la del documento, la del registro forense o periodístico, la del informe psiquiátrico (el de la formulación dela ideología) y al mismo tiempo la más lírica. El libro más accesibledel autor, y por ello doblemente genial.