Un comandante lucha por mantener a raya a sus hombres en la frontera de un paso de montaña, hasta que una bella capitán se hace cargo del puesto enemigo.
En un paso de frontera entre dos países no identificados, un desértico altiplano se extiende a más de cinco mil metros de altitud. De un lado está Guardia de Frontera, un puesto al mando del teniente Costa, y del otro Ronda de Confines, al mando del teniente Gaitán. La soledad devora a Costa, muy celoso de su misión, pero irremediablemente aislado de sus hombres, entre los que destaca el pragmático sargento Quipildor En apariencia, Costa y Gaitán son dos soldados sirviendo cada uno a su patria, pero la realidad—a ambos lados de la frontera—es que están allí abandonados, en un lugar gobernado por fuerzas muy distintas de las que pretenden dominar. Las tropas a uno y otro lado comercian entre sí, traficando con sus pobres bienes. Lo más parecido a un compañero que Costa tiene en la región es su íntimo enemigo Gaitán, quien, a diferencia del propio Costa, desea regresar al mundo del llano a cualquier precio. Entonces, la marcha de Gaitán coincidirá con la llegada de la capitán Vera Brower, una mujer preciosa, propietaria de una seductora melena roja, un incendio en el altiplano, que llega decidida a poner patas arriba la rutina del paso.
