"Visitar palacios cerrados al público, admirar obras de arte excepcionales alejadas del circuito turístico, escuchar un concierto en un magnífico oratorio escondido, hacer bendecir a su perro o su coche, intrigarse ante un raro meridiano catóptrico o un maravilloso fresco anamórfico, descubrir el extraordinario Rubens motorizado, adentrarse en los secretos del Vaticano, rezar una oración ante una imagen de la Santa Faz de Jesús como la depositada en la luna en 1968, organizar una cena para dos en un palacio privado, proteger su garganta de los rigores del invierno... Lejos de las aglomeraciones y los tópicos habituales, Roma sigue siendo una reserva de tesoros bien escondidos que sólo se revelan a quienes saben deambular fuera de los caminos trillados, ya sean residentes o visitantes. Una guía indispensable para quienes creían conocer bien Roma, o para quienes desean descubrir la cara oculta de la ciudad.."
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