Ceuta, Larache, Tetuán, Xauen, Alhucemas, Nador, Melilla. Siete ciudades en África, siete enclaves singulares en la franja noroeste del continente, unidos o separados por las fronteras a lo largo de los siglos. Hoy, dos de estas ciudades son españolas y las otras cinco marroquíes, pero en todas ellas hay rastros intensos de los oriundos de la península, que alimentaron su censo y trazaron sus calles. Este libro es un viaje a los años en que se produjo la última reunión de las siete, entre la segunda y la tercera década del siglo pasado, con la conquista y pacificación del Protectorado. Es una historia de lucha, pero también de construcción, en la que se cruzan intentos de comprensión y pasiones recíprocas. Un viaje a espacios que lo son de la memoria común, a un territorio donde las sangres y los afanes de españoles y marroquíes llevan mezclándose desde siempre. Donde acaso venimos escribiendo, sin saberlo, capítulos de una historia futura en que las fuerzas se sumen, como un día se sumaron para