La casa siempre había estado allí, aunque nunca nadie se había atrevido a entrar. Hasta que llegó Tomás y descubrió a Apaloosa, una india nez-perce que siempre quiso ser guerrera, cabalgar por las llanuras y volver a ver a Pelo Amarillo.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información