A mediados de los años setenta del siglo XX tuvo lugar una profunda revolución en el cine y la literatura de terror.
Familias caníbales, asesinos psicópatas, zombis depredadores y enfermedades contagiosas se erigieron en los nuevos protagonistas de las historias de terror.
Y sería el joven autor británico Clive Barker el encargado de llevar esta nueva sensibilidad sangrienta y visceral a la literatura de terror con la publicación a mediados de los ochenta de una serie de relatos agrupados en varios volúmenes bajo el título genérico de «Libros de Sangre».
«Cabal», novela que el propio Clive Barker llevó al cine con el título de «Nightbreed» («Razas de Noche»), apareció en 1988 junto con los últimos relatos de «Libros de Sangre» como colofón de la aclamada serie.
Boone, protagonista de la novela, sufre un trastorno psicológico del que le está tratando su psiquiatra Decker. El doctor le somete a sesiones de hipnosis regresiva y le revela que Bonne alude en ellas a crímenes terribles que podrían ser reales, y teme que podría haberlos cometido él mismo aunque no los recuerde. Atormentado por esta idea e impotente para resolver su angustiosa situación, Boone decide suicidarse, pero tras un intento fallido sobrevive de forma milagrosa. Ingresado en una clínica, otro interno le habla de Midian la mítica ciudad en la que residen los muertos. Boone se propone encontrar esa ciudad, refugiarse en ella y unirse a la siniestra comunidad de La Raza de la Noche. Lori, su novia, siente por él un amor incondicional y decide seguir sus pasos y luchar por rescatarlo, aunque para ello tenga que cruzar la peligrosa frontera entre la vida y la muerte.