Cristina Cochina no tenía modales en la mesa: lo tiraba todo encima de la mesa, se sonaba la nariz con la servilleta... Sus padres ya no sabían qué hacer con ella. Hasta que un día, por culpa de sus modales, la confunden con un cerdito.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceiros, para mellorar a súa experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta o seu uso.Máis información