Haberle dedicado la vida al ejercicio físico le pasa una dolorosa factura a Serenata Terpsichore, que tiene ya sesenta años. En cambio, su siempre sedentario marido escoge precisamente ese momento para apuntarse a la fiebre del fitness y convertirse en un narcisista. Cuando contrata a una estricta (y seductora) entrenadora, todo indica que no conviene subestimar la tozudez de un prejubilado con mucho tiempo libre.