Un padre longevo se aísla en su Casa Grande tras dejar unas tierras a los descendientes que expulsó un día de su espléndido jardín. Uno de sus hijos, Idrís, tienta a su hermano Adham. A partir de ahí, la simiente de ambos se multiplica dando lugar a un barrio de El Cairo dividido en dos grupos: los que se ganan el sustento y los que ejercen de caciques. De vez en cuando, surge allí un ser idealista que intenta liberar a los oprimidos. Es fácil reconocer a Dios, Caín, Moisés, Jesucristo y Mahoma en estas páginas y darse cuenta de que esta novela narra la historia de la Humanidad.