La ofensiva rebelde contra Badajoz, que tuvo lugar en los primeros días del mes de agosto de 1936, es la primera acción bélica ofensiva, después de que se establecieran los frentes de guerra, tras el fracaso del alzamiento militar del 17/18 de julio de 1936.
Desde un principio, como sucedería durante toda la contienda, fueron las fuerzas sublevadas las que tomaron la iniciativa. Para los rebeldes era esencial unir los diferentes territorios que estaban bajo su poder, además de progresar hacia la capital de España. Por esta razón se planificó desde Sevilla una acción de fuerza que tenía como primer objetivo Badajoz. En esta plaza se encontraba acuartelado el regimiento de Infantería Castilla Nº 3, unidad que se mantuvo, hasta la toma de la ciudad, bajo obediencia republicana.
Este trabajo intenta analizar tanto la progresión de las columnas rebeldes hasta alcanzar su objetivo extremeño, como la especial situación vivida por los militares, oficiales, suboficiales y tropas, de un regimiento que, poco a poco, veían como se les venía encima lo más granado de las unidades militares españolas del momento. Para la realización de este trabajo el autor ha utilizado fuentes poco consultadas de naturaleza judicial, que permiten una visión renovada de aquellos hechos.
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